El turismo responsable es un concepto que surgió de la reflexión sobre los impactos negativos que genera el turismo convencional y las aportaciones de modelos turísticos alternativos como el turismo sostenible, el ecoturismo, el volunturismo (turismo basado en el voluntariado) o el geoturismo, entre otros. Estas distintas modalidades de viajar están estrechamente vinculadas a los conceptos consumo responsable, comercio justo y responsabilidad social.
Igual que el consumo responsable, el turismo sostenible presta especial atención tanto al hecho económico como a las cuestiones socioculturales y medioambientales, pero asume que el desarrollo económico tiene que tener siempre en cuenta a la comunidad de acogida, que juega un papel clave en el desarrollo sostenible.
Así, la voluntad de maximizar los beneficios de las comunidades locales implicándolas en la planificación y en la toma de decisiones y de minimizar los impactos negativos de carácter social, económico y medioambiental, conservando y promocionando a la vez las culturas, los hábitats y las especies autóctonas, son preceptos que tienen en común todos estos modelos turísticos, y que implican a la comunidad viajera y a la población autóctona, a la industria turística, a los gobiernos y a otros organismos relacionados.
El turismo y los países con menos recursos
Uno de los ejemplos más paradigmáticos de los impactos negativos del turismo sobre una zona y su población es el turismo emisor de países más desarrollados o equilibrados, económicamente hablando, hacia los países con menos recursos, donde a menudo los índices de pobreza son más elevados, los derechos humanos no son respetados y los diferentes tipos de conflictos no permiten el progreso de las poblaciones, de modo que se convierten en el punto de mira de actividades turísticas explotadoras y sin ningún tipo de control.
Uno de los ejemplos más paradigmáticos de los impactos negativos del turismo sobre una zona y su población es el turismo emisor de países más desarrollados o equilibrados, económicamente hablando, hacia los países con menos recursos, donde a menudo los índices de pobreza son más elevados, los derechos humanos no son respetados y los diferentes tipos de conflictos no permiten el progreso de las poblaciones, de modo que se convierten en el punto de mira de actividades turísticas explotadoras y sin ningún tipo de control.
Son viajes basados en actividades turísticas que no tienen en cuenta a las comunidades locales, que explotan y destruyen los recursos naturales, o que mantienen un vínculo dependiente con grandes multinacionales turísticas, cuyo capital no revierte en recursos para un desarrollo sostenible del país receptor.
Un ejemplo de viaje responsable y su impacto: Colombia
En Descubrir Tours estamos muy comprometidos con la sostenibilidad y con intentar que nuestros viajes tengan el menor impacto posible. Nuestra filosofía se basa en los principios de turismo responsable y en la convicción de que con pequeños gestos se consiguen grandes avances en el desarrollo sostenible de las comunidades locales y en la conversación del medio ambiente.
En Descubrir Tours estamos muy comprometidos con la sostenibilidad y con intentar que nuestros viajes tengan el menor impacto posible. Nuestra filosofía se basa en los principios de turismo responsable y en la convicción de que con pequeños gestos se consiguen grandes avances en el desarrollo sostenible de las comunidades locales y en la conversación del medio ambiente.
Descubrir Tours, junto a nuestros agentes locales, desarrollamos proyectos para ayudar a las poblaciones locales y a los grupos más desfavorecidos. Uno de los proyectos que realizamos es en Colombia, junto con la Patrulla Aérea Civil Colombiana (PAC).
La Patrulla Aérea Civil Colombiana es una organización sin ánimo de lucro que lleva más de 50 años dedicada a prestar atención médica de calidad en los lugares más apartados de Colombia. Aunque ha transformado miles de vidas, su labor aún es desconocida para muchos colombianos.
La PAC cuenta con 71 pilotos privados y más de 500 voluntarios de distintas áreas de la salud. Mensualmente realizan una brigada médica o medico quirúrgica, en la que atienden a cerca de 800 personas, realizan 1200 consultas y alrededor de 150 procedimientos. Los pilotos prestan sus aviones y su tiempo al equipo médico para garantizar el desplazamiento, y los profesionales de la salud hacen verdaderos malabares en sus trabajos para viajar a atender a quienes los esperan.
El equipo logístico trabaja durante un mes para ultimar los detalles de cada una de estas jornadas. Una semana antes de la brigada, la directora médica se desplaza a la zona para hacer el tamizaje de los pacientes y determinar quiénes necesitan cirugía y en qué especialidades. Mientras tanto, 2 toneladas de carga, entre equipos, instrumentos quirúrgicos y medicamentos, viajan desde Bogotá en camiones, cuando es posible llegar por vía terrestre, o en aviones de la Policía Nacional, cuando el acceso aéreo es la única opción.
La labor de la PAC cambia vidas. Para los pacientes de la tercera edad, por ejemplo, una cirugía de cataratas no solo les devuelve la visión, sino que los protege del riesgo de sufrir accidentes y les devuelve la independencia para moverse. Una intervención oportuna devuelve a los pacientes su capacidad productiva.
Ni los pilotos ni los médicos cobran por lo servicios que prestan. Su recompensa es la satisfacción que sienten cuando reciben las bendiciones de un anciano que vuelve a ver, la sonrisa de una futura madre que se entera del sexo de su hijo a través de una ecografía o la alegría de un padre que vuelve a pescar para alimentar a su familia después de un procedimiento de no más de 20 minutos.
En promedio, cada mes se realiza una brigada que tiene una duración de tres días. Según cifras de la Patrulla Aérea, se han realizado 15.756 consultas, 634 cirugías y se han entregado 1.528 gafas y 6.440 tratamientos durante el último año.
En promedio, cada mes se realiza una brigada que tiene una duración de tres días. Según cifras de la Patrulla Aérea, se han realizado 15.756 consultas, 634 cirugías y se han entregado 1.528 gafas y 6.440 tratamientos durante el último año.
Además de la atención de medicina general, la Patrulla incluye brigadas pediátricas y nutricionales para disminuir la vulnerabilidad a enfermedades y riesgo físico y mental.
En la PAC no importa si alguien trabaja en una clínica privada, en un hospital público, si es un practicante o si lleva varias décadas de experiencia. Como ellos dice, “Somos una familia, venimos con el mismo fin y todos colaboramos de la mejor manera”.
En la PAC no importa si alguien trabaja en una clínica privada, en un hospital público, si es un practicante o si lleva varias décadas de experiencia. Como ellos dice, “Somos una familia, venimos con el mismo fin y todos colaboramos de la mejor manera”.
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